Comienzo por fin mi viaje, ya no hay vuelta atrás. En las últimas 48 horas he pasado por todos los estados anímicos posibles. Ha habido despedidas y despedidas no llegadas, he estado ilusionada, nerviosa, tranquila, emocionada, enfadada, confundida... vamos un lío. Ahora mismo estoy en blanco que ya lo necesitaba.
Para los que lean el blog y no conozcan bien los motivos de este viaje, solo decir que este último año ha sido duro y mi vida ha cambiado radicalmente: casa nueva, ciudad nueva, sin trabajo, gente que va y viene, la cabeza que no se para donde va... En fin, espero que este viaje me sirva para conocerme mejor, quererme más, pensar en lo que quiero y aprender a no depender de nadie, mientras claro está, conociendo a fondo la maravillosa Argentina.
De momento empiezo con 2 horas de espera y 12 horas de vuelo, mi codo esloveno no ha pitado en el control y en nada creo que ya podré comer algo.